El sacerdote franciscano Hubert Fleidl sufrió una descompensación a medio día del 4 mayo y fue trasladado de emergencia al Hospital Municipal donde fue internado en la sala de Terapia Intensiva.
Según el Dr. Jhonatan Peña, medico de cabecera, fue reanimado luego de un pre infarto al momento de llegar al nosocomio, pero cerca de las 17:00 un segundo y fulminante paro cardio respiratorio, dio fin a su vida.
El religioso recientemente había salido de una cirugía cervical, en la columna, a la altura del cuello, en la Clínica SIES de la ciudad de Santa Cruz. Luego de cuidados intensivos, había sido trasladado a San José, porque había mejorado notablemente.
En la nublada tarde, mientras el sonido de las campanas del Conjunto Misional anunciaban al pueblo del deceso, las gotas de agua comenzaron a caer desde el cielo josesano, como si lloraran la partida de un hijo ilustre de este pueblo.
El Tata Hubert estaba cerca a cumplir los 90 años el próximo 15 de mayo.
Fue un misionero franciscano que se internó en la espesa llanura chiquitana de aquel verano del año 1959, junto a 2 austriacos más (Alfredo Spiesberger y Leo Segner).
Su ardua laboral pastoral, fué reconocida en vida, por el Gobierno Autónomo Municipal, quien le entregó La Cruz Misional, máximo galardón que otorga esta institución a sus hijos ilustres, además de nominar una de sus principales avenidas, con su nombre.
Se extrañará su saludo con un "Hola Flojo", o su concejo habitual "Recemos para que mañana seamos menos flojos y menos pícaros"
Que Dios te tenga en su gloria TATA HUBERT.
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