viernes, 31 de julio de 2009

"curabicho", un camba multifacético

Con más de medio siglo de vida, Conrado Kübber de pronto se siente inmerso en la fama. 
“Jamás creí que iba a dar autógrafos”, comenta.
San Miguel de Velasco lo distinguió por su aporte a la conservación del folclore regional.


Texto: Osvaldo Ramos Astibena
Foto: Ricardo Montero 

Ese gustito de jugar en su niñez a ser médico, realizando 'injertos piadosos' a las lagartijas, chulupis, 'tucuras' (langostas), ranas e incluso pretender curar la patita quebrada de un mosquito, se convirtió en una pasión de la cual heredó un sobrenombre: ‘Curabicho’. Esas travesuras cimentaron su vocación. "Después quise curar gente y llegué a ser enfermero en el entonces hospital Ferroviario". Su nombre es Conrado Kübber Román, pero todos lo conocen por su apodo. Así lo llaman sus amigos, su esposa, sus hijos y los visitantes que llegan hasta la 'cuna de la cruceñidad', como se conoce a San José por estar a cinco kilómetros del pueblo que fundó Ñuflo de Chávez, donde, Conrado actúa como guía de los turistas, amenizador de reuniones, contador de historias, cantor y eximio intérprete musical con la flauta, el pífano, la guitarra y la batería electrónica. 

"El pulpo"
En la década de los 70 un periódico paceño publicó la noticia del 'Hombre pulpo' en San José. Se refería a ‘Curabicho’, a quien calificó como 'un verdadero personaje', de aquéllos que todos los pueblos tienen de una forma u otra, pero que en este caso revestía de una particular importancia. Es que Kübber no es sólo mitad camba y mitad alemán, sino que también es un querendón de su pueblo y un hombre ‘siete oficios’. Para empezar es maquinista, o conductor de locomotoras del ferrocarril donde trabajó durante varios años. También es enfermero instrumentista, secretario de profesión, radialista, mecánico y humorista. Por eso fue el apelativo de 'pulpo', que pronto quedó en el olvido, muy debajo de ‘Curabicho’. 

"El Despertador"
Su pueblo, a 266 kilómetros al este de la ciudad de Santa Cruz, salta de su adormecimiento cada amanecer, no sólo con los rayos del sol, sino también con la ayuda de Conrado Kübber Román. Desde la radioemisora Nativa irrumpe en los hogares llamando... "¡Despiertaaa San José!”. Aquel pregón ahora es conocido, en el ámbito departamental y nacional, gracias a un spot televisivo donde Conrado habla de los beneficios que ha traído la telefonía en la integración de pueblos y de las familias. Además, también es corresponsal de la Red Amazónica para Radio Santa Cruz. 

"Herencia de radialista"
Tengo 55 años, nací el 2 de febrero de 1952, a las dos de la madrugada, justo cuando la gente sacaba en procesión a la Virgen de la Candelaria", cuenta ‘Curabicho’ con su carácter extrovertido. 

Del conjunto de sus 'profesiones', la que más ama es la de radialista, esa vocación que se impuso a la de curador o enfermero y que hoy es centro y vértice de su existencia. 

Su padre, Conrado Kübber Paredes (descendiente de alemán), al retornar de la guerra del Chaco radicó en San José. Mecánico de oficio, fue el precursor de la radiodifusión junto con Emiliano Peña, Mario Aranda, Fruto Ábrego y Demetrio Ruiz. 

"Antes se ponían altoparlantes en las plaza de muchos pueblos para que la gente escuche los mensajes. Eso despertó en mí el sentimiento de comunicador social. Con el paso de los años deseé tener una emisora propia y hoy, con más de medio siglo de edad, con hijos mayores y un nieto, he logrado materializar ese anhelo con la radio Nativa". 

De sus inicios como locutor en Roboré, cuando su padre instaló una emisora, recuerda: "En un momento en que no había quién haga un anuncio tomé el micrófono y me puse a hablar, haciendo publicidad para un cine".En una población de alrededor de 15.000 habitantes, radio Nativa compite con las emisoras San José, Turubó, Joven y Vicariato, y pronto el Ejército instalará otra. También hay tres canales de televisión, y la Diócesis de San Ignacio piensa sumar uno más. 

"Profeta fuera De su tierra"
El 29 de septiembre pasado el Gobierno Municipal de San Miguel de Velasco condecoró, sorpresivamente, a ‘Curabicho’ (fue invitado a la fiesta del pueblo, pero el dato de la distinción fue mantenido en reserva) con la Medalla al Mérito Municipal por servicios prestados a la región chiquitana con su esfuerzo por mantener el folclore y las tradiciones regionales. 
"Me emocioné. Lloré, lo reconozco, no pude contener las lágrimas, jamás había recibido una distinción de esta naturaleza y ni siquiera lo soñaba. Me sentí como profeta fuera de mi tierra", confiesa ‘Curabicho’.Ahora, asegura, se siente estimulado a seguir "trabajando en beneficio de la cultura, la música, y con una incrementada disposición al servicio de los demás". 
Y entre otros acápites de su vida de 'hombre múltiple', comenta la confusión que sintió en Santa Cruz cuando un grupo de jóvenes, que lo habían visto en la televisión, le pidió su autógrafo... Y de paso aprovechó para "aconsejar a la muchachada, de que no desperdicien las oportunidades que ofrece la vida, que no crean que no van a necesitar de nadie; eso es un error. Puede ser que hoy estemos bien, pero mañana, sólo Dios sabe…".  

Ficha familiar
Padres: Conrado Kübber Paredes y Carmen Román Chávez. Esposa: Lady Ortiz. Hijos: Julio Conrado (diseñador de interiores), Helmut Steves (estudiante de Ingeniería de Sistemas), Carmen Elisa (estudiante de Comunicación Social) y María José (estudiante de Operadora de Turismo). Nieto: Julio Bernardo Uzeda Kübber (hijo de Carmen Elisa).

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