La lluvia caída la noche de ayer, dejó con el Jesús en la boca a los habitantes de San José de Chiquitos.
Previo a la intensa precipitación pluvial, los nubarrones negros cubrieron el cielo chiquitano, haciendo pronosticar una inusual tormenta. El susto de vecinos, hizo correr despavoridos a grandes y chicos para meter la ropa tendida en el cerco o las plantas o cubrir con hules y colchas algunos objetos que se encuentran al intemperie, en los canchones. 
Un huracanado ventarrón levantó techos, tumbó varios árboles en La Plaza, La Pauroka, Unidades Educativas y aceras de la población. Ya en el claro-oscuro de la tarde se cayó el cielo, las rendijas en las las tejas y calaminas aparecieron dejando filtrar por ellas el agua que era recogida en baldes y vasijas.
Aparecieron las velas bendecidas de Semana Santa y las hojas de palma que distribuyen en Domingo de Ramos, que según la creencia, es capaz de calmar tempestades si se la prende o quema con fé.
Otro hecho que se lamentó fue la caída un árbol encima de un Noha que hace servicios desde la Terminal de buses Diego de Mendoza, hasta Santa Cruz y viceversa. El vehículo se encontraba estacionado, hasta que el huracanado viento ocasionó el lamentable incidente, con daños materiales.
Para hoy se pronostican mas lluvias, tomen sus previciones.
