Los Ramanukas y Piokokaxh desde tempranas horas del Domingo de Carnaval, se reunieron en la Casa de Bastón, esperando la hora de la entrega de las Banderas del Jubileo, símbolos que el Cura Párroco entrega a los nativos y con ellos el permiso para divertirse, previo al inicio de la cuaresma.
Músicos y Churapas esperaban pacientes, en el mismo lugar, el repique de campanas que las 11:45 empezaron a sonar llamando al pueblo para este ceremonial en las puertas del templo.
El cántaro de chicha, tutumas, alimentos y otras bebidas que permiten alegrarse, ya se encontraban listos para arrancar con el Carnaval de los originarios en esta bendita tierra.
Es Infaltable la presencia de comparsas tradicionales de San José en este ritual, como ser Los Chabacanos, Los Chiquitanos, Los Posookas y Zarandajos quienes acompañan todos los años a los miembros del Cabildo Indigenal para iniciar la festividad mundial con el permiso de la iglesia católica. El Alcalde Municipal, Concejales y Reinas tambien forman parte de esta actividad tradicional.
Luego de las recomendaciones y bendiciones recibidas del Cura Párroco, los carnavaleros bailan la rueda grande en el atrio del Conjunto Misional, rodeando a las banderas del jubileo quienes posteriormente encabezan un baile por las calles josesanas, hasta llegar a la Casa de Bastón, los músicos nativos, con pifanos, tambores y flautas, alegran la comitiva.
La fiesta comenzó y las tradiciones arraigadas desde la época de las Reducciones Misionales Jesuiticas de Chiquitos, en San José se las revive cada año, convirtiéndola en destino turístico mundial imperdible de visitar.
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