La añeja tradición josesana, de recolectar los elementos necesarios para la fabricación de las velas artesanales, propias de Semana Santa, quedó solo en la memoria de quienes alguna vez la vivieron o la escucharon relatar de las personas mayores del pueblo.
Las Primincias, así se llamaba la actividad que Los Ramanucas, Los Piococaxh y Los Penoquíquias realizaban, al comenzar la Cuaresma, cuyo inicio tenía su ritual especial en las puertas del templo, con la bendición del cura párroco a la comitiva que saldría a recolectar los elementos necesarios para la elaboración de las velas para la Semana Santa.
Mientras repicaban las campanas y la percusión de los músicos nativos chiquitanos redoblaban con un ritmo especial, el carretero ponía en marcha el carretón entoldau con un cuero, con dos yunta bueyes y enyubau al timón.
El imperativo del carretero que gritaba JÍA, USA, TIZA, ZOOOO, sonaba como un trueno, mientras otro emisario, gritaba a voz en cuello que saquen los donativos de sus casas para cargarlos en el carretón. Cebo o manteca de res, cera, hilo y víveres para quienes realizarían los trabajos, eran entregados a los encargados de la recolección.
la ruta trazada, que no debía de tardar mucho tiempo en recorrerla, pasaba por los barrios Santa Ana, Los Tamarindos, Los Sanjones, Tracción y Cruz Blanca, además llegaba a las comunidades de Natividad, Quituquiña, Losiros y Piococa e incluía las estancias ganaderas de Marrimia, Tasaáca y Urasiviquia.
El tiempo era importante, toda vez que se tenía que tomar en cuenta que el proceso de la elaboración de las velas era moroso y tenían que estar listas para el Domingo de Ramos.
Los vecinos esperaban la comitiva con el material listo, muchas veces con el cebo fresquingo por el reciente faenéo de res para la celebración del Carnaval, festividad que se lo celebraba con música, carne, chicha patacada o fermentada y añejo de toronja con alcohol.
Esta actividad se la realizaba hasta finales de los años 70, cuando San José de Chiquitos contaba con alrededor de 5.000 habitantes. Hoy en día, de acuerdo a los datos del INE, que en noviembre del año 2012 realizó el CENSO de Población y Vivienda, la ciudad cuenta con más de 30.000 habitantes y con muchos servicios básicos puestos en funcionamiento durante la gestión del Ex Alcalde Municipal Dr. Germaín Caballero Vargas, entre ellos el Matadero Frigorífico que es administrado por la Asociación de Ganaderos.
Cacique y corregidor del pueblo ya no delegan el recorrido del pueblo y comunidades para la recolección, sino que se lo hace directamente del Matadero Frigorífico.
La presente historia fue inspirada de una entrevista que hiciera el desaparecido periodista de Radio Nativa, Conrado Kuber Román (+), al también desaparecido miembro y máximo dirigente de la hermandad de los hermanos Alférez, de aquella época, Don Salomón Rojas Mercado y redactada por el Comunicador Social, Lic. Limber Cambará Flores.