la Semana Santa es una festividad religiosa importante para el pueblo religioso y misional de Chiquitos.
Los días Miércoles, Jueves, Viernes y Sábado Santo, además del domingo de Pascua de Resurrección de Cristo, se realizan distintos actos y rituales litúrgicos en nuestro Conjunto Misional Jesuitico, recordando la pasión y muerte de nuestro salvador, Jesucristo.
Las vigilias, misas y procesiones, son realizadas con devoción y arrepentimiento liderezadas espiritualmente por el párroco Huber Fleidl. En su celebración se realizan actos litúrgicos y para litúrgicos de la tradición que dejo como legado el periodo de las Misiones Jesuíticas de Chiquitos, (1691- 1768).
Con la finalidad de apoyar los acontecimientos culturales y religiosos de nuestro pueblo, el Gobierno Municipal financia la elaboración de velas artesanales a base de cebo y la organización de toda la Semana Santa.
Cerca de 5.000 velas son fabricadas por miembros del cabildo Indigenal, con los mismos elementos y procedimientos que se utilizaban en la época de las Misiones Jesuíticas de Chiquitos. Para este cometido, los nativos reciben una considerable suma de dinero, de acuerdo al presupuesto elaborado por las autoridades ancestrales y los Hermanos Cruceros. Con esta ayuda económica se inician los trabajos preparatorios para rememorar una de las Semana Santa, mas atractivas de Bolivia.
La vela artesanal de cebo, es un producto que se lo reparte a la feligresía que asiste a los ceremoniales religiosos, antes de cada procesión. Son muy solicitadas por propios y posokas, que llegan hasta nuestro pueblo para vivir una Semana Santa con verdadero recogimiento.
LA MÚSICA, UN ELEMENTO PRIMORDIAL
La presencia de cajeros y flauteros en cada uno de los ceremoniales, con sus interpretaciones musicales fúnebres juega un papel muy importante en la festividad, porque generaron ese ambiente de recogimiento y devoción. El redoble de cajas y el silbido de las flautas, con acordes usados en momentos precisos dentro de las ceremonias son ritmos que usan desde hacen mas de tres siglos atrás, las mismas que hacen remover hasta la fibra más intima de sentimiento religioso.
VOLUNTARIOS QUE SE ENCARGAN DE ACOMODAR ALTARES Y SANTOS
Siguiendo con la tradición, la comunidad nativa de nuestro pueblo, se reúne en la parroquia para hacer la limpieza de toda la iglesia y de las imágenes que en todas las noches de procesión salen en andas. El Nazareno con la cruz a cuestas, Maria Dolorosa, San Juan Apostol, El Cristo crucificado, Jesus Recusitado, El santo sepulcro y la Cruz vacía, son imagenes que desde una semana antes de la festividad religiosa, son acondicionadas y reciben mantenimiento.
A lo largo de todo el circuito procesional se preparan 4 altares que los vecinos acomodan con la mayor dedicación posible. Como lo inculcaron los padres jesuitas, la forma de armar el altar se lo realiza debajo de un toldo – cielo raso - con las inscripciones JHS.
LOS HERMANOS CRUCEROS
Los hermanos cruceros se convierten en actores principales dentro de la realización de cada ceremonial, desde el inicio de la Semana Santa, hasta la conclusión.
Los Alferes mantienen el orden dentro de la celebración y no dejan escapar un solo detalle del cumplimiento de las costumbres. Su estricta organización, disciplinada en puntualidad y al pie de la letra según la tradición con su elegante vestimenta de traje formal oscuro con una estola blanca que cruza el pecho y la espalda, hacen resaltar la presencia de la organización religiosa, brazo operativo de la comunidad parroquial.
Aunque no se ha escrito un Manual de Procedimientos, al que se tiene que seguir al pie de la letra, Los Alferes, saben como actuar en cada ritual religioso, porque han heredado de generación en generación los conocimientos y los practican año tras año.
Uno de los principales roles que encomienda el lider religioso de la población, al presidente de esta organización, es el portar con mucha responsabilidad, el Estandarte del Pueblo. La máxima autoridad de los Alferes recibe de manos del Sacristán de la Parroquia, el símbolo que representa el pueblo de luto, el día Miércoles por la mañana.
Convertido en el portador, el Alfere Mayor, cada noche entrega el estandarte en manos de una autoridad política diferente, previo a cada procesión (Miercoles - Corregidor, Jueves - Sub Gobernador y Viernes - Alcalde Municipal. La autoridad política que la recibe hará el recorrido con él, por el circuito procesional, junto a la feligresía y hará la reverencia, ante las imágenes que salen en la procesión.
El momento de solicitar la presencia de las autoridades políticas, civicas, militares y educativas, a que sean participes de los ceremoniales, también tiene sus propios procedimientos que son cumplidos a cabalidad.
Los Alferes mantienen el orden dentro de la celebración y no dejan escapar un solo detalle del cumplimiento de las costumbres. Su estricta organización, disciplinada en puntualidad y al pie de la letra según la tradición con su elegante vestimenta de traje formal oscuro con una estola blanca que cruza el pecho y la espalda, hacen resaltar la presencia de la organización religiosa, brazo operativo de la comunidad parroquial.
Aunque no se ha escrito un Manual de Procedimientos, al que se tiene que seguir al pie de la letra, Los Alferes, saben como actuar en cada ritual religioso, porque han heredado de generación en generación los conocimientos y los practican año tras año.
Uno de los principales roles que encomienda el lider religioso de la población, al presidente de esta organización, es el portar con mucha responsabilidad, el Estandarte del Pueblo. La máxima autoridad de los Alferes recibe de manos del Sacristán de la Parroquia, el símbolo que representa el pueblo de luto, el día Miércoles por la mañana.
Convertido en el portador, el Alfere Mayor, cada noche entrega el estandarte en manos de una autoridad política diferente, previo a cada procesión (Miercoles - Corregidor, Jueves - Sub Gobernador y Viernes - Alcalde Municipal. La autoridad política que la recibe hará el recorrido con él, por el circuito procesional, junto a la feligresía y hará la reverencia, ante las imágenes que salen en la procesión.
El momento de solicitar la presencia de las autoridades políticas, civicas, militares y educativas, a que sean participes de los ceremoniales, también tiene sus propios procedimientos que son cumplidos a cabalidad.
La presencia de las principales autoridades de nuestro pueblo en todas las actividades religiosa – católicas, le dan el marco protocolar especial a este singular acontecimiento.