La Semana Santa en San José de Chiquitos, se la vive con una profunda fe que trasciende lo espiritual, entrelazándose con prácticas ancestrales que los pobladores consideran agentes de sanación y bienestar. Elementos cargados de simbolismo religioso se convierten, por la creencia y la tradición, en remedios para dolencias físicas y bálsamo para el espíritu. La Albahaca, el agua bendita con que lavan el cuerpo de Jesus y las velas artesanales que se utilizan en el velatorio del cuerpo inmolado del salvador del mundo, son muy requeridos despues de los rituales.
Uno de los elementos más destacados es la albahaca, una hierba medicinal que se coloca cuidadosamente a los pies del Nazareno crucificado y en el sepulcro del cuerpo inerte de Jesús. Impregnada de la solemnidad del momento, esta hierba es luego recogida por los fieles, quienes la maceran en alcohol para utilizarla como fricción, aliviando dolores de cabeza y malestares corporales.
Otro elemento de gran devoción es el agua utilizada para bañar el cuerpo de Jesús después de su descenso de la cruz. Considerada agua bendita por la comunidad, los asistentes recogen fervorosamente este líquido, convencidos de su poder para aliviar dolamas y contribuir a la sanación de diversas enfermedades.
Finalmente, las velas que iluminan el velorio de Jesús son un testimonio de la tradición artesanal y la fe viva. Fabricadas con esmero por los miembros del Cabildo Indigenal, estas velas son altamente codiciadas. La creencia arraigada sostiene que poseer una de estas velas garantiza luz permanente en el hogar, atrayendo buenas vibras y protegiendo contra los espíritus de la oscuridad.
Estas prácticas, transmitidas de generación en generación, reflejan la profunda conexión entre la fe católica y las costumbres ancestrales de San José de Chiquitos. La Semana Santa se convierte así en un tiempo de recogimiento espiritual y, a la vez, en una manifestación tangible de cómo la fe de un pueblo puede imbricarse en su vida cotidiana, otorgando significado y propiedades curativas a elementos que participan en los rituales religiosos.
La comunidad de San José de Chiquitos, población ubicada en el corazón de la Chiquitania boliviana, vive intensamente estos días, donde la fe no solo eleva el espíritu, sino que también se manifiesta en la búsqueda de alivio y protección a través de elementos bendecidos por la tradición.
El legado de los Padres de la Compañía de Jesus, sigue vigente a pesar del paso de los años.