Un nuevo mandamiento nos dejó el maestro, Amarnos los unos a los otros como él nos amó.
Las horas previas a la crucifixión de Jesucristo, se las revive de una manera especial en nuestro pueblo.
Los Hermanos Alferes (Cruceros), se movilizan para que la tradición se mantenga intacta y no sea alterada. Arduo trabajo desde Domingo de Ramos, que se intensifican las noches de procesión, desde Miércoles Santo hasta el Domingo de Resurrección.
En la última cena; Jesucristo instituyó la Eucaristía, convirtiendo el pan y el vino, en su cuerpo y en su sangre.
En la última cena; Jesucristo instituyó la Eucaristía, convirtiendo el pan y el vino, en su cuerpo y en su sangre.
Este acontecimiento se lo celebró de acuerdo a la Tradición Jesuítica Chiquitana.
El nuevo mandamiento, se lo reflejó con el lavado de los pies, que hiciera el Reverendo Padre Elvio Pinto, a doce ancianos que representaban a los apóstoles.
El subgobernador de la provincia Chiquitos, portó el estandarte del pueblo y lo inclinó frente a las imágenes, al concluir la procesión, con esto se simboliza la limpieza de los pecados del pueblo y la sumisión del poder terrenal y temporal a al poder divino y eterno.