Betania
A pesar de la gris tarde que se impuso en San José de Chiquitos, la festividad de Domingo de Ramos 2018 se la vivió de acuerdo a las tradiciones apegadas a la fé católica, de esta población.
La representación que se hace, de la presencia de Jesús de Nazareth en Betania y su entrada triunfal a la ciudad de Jerusalén, a través de imágenes perfectamente talladas por artesanos chiquitanos, son rituales que se desarrollan en esta población, de la misma forma que se lo hacía en época de las reducciones misionales.
El pueblo josesano volvió a demostrar su fé, con la asistencia masiva a cada uno de los actos paraliturgicos que celebra la iglesia católica.
La entrada triunfal a Jerusalen.
Haciendo un callejón humano, a la entrada del Conjunto Misional Jesuitico, los niños josesanos, en compañía de sus padres, recibieron al Niño de Ramos y a Jesús de Nazareth, montado en un burrito,
La lluvia de flores amarillas, que posteriormente se convertiría en una alfombra del mismo color, emitía una perfumado aroma al ambiente, producto de los pétalos que bañaron a las imágenes.
Los cánticos de los feligreses que conformaban la procesión, hacían retumbar el templo. Hosanna al hijo de David, Viva el Rey de Israel, Viva, se escuchaba decir claramente.
Los años pasan, la fé se mantiene firme y la cultura permanece intacta, arraigada en los genes de la gente que habita estas tierras. Las tradiciones son valoradas, apropiadas y transmitidas de generación en generación, como legado histórico.